Todo lo que no digo

"Los versos de Ivis Acosta Ferrer son como relámpagos, como rocas duras, esmeraldas que fomentan el amor, lapizlásulis que abren el tercer ojo para ver más allá de un horizonte plano. Hay poemas con mucha ternura, otros nos preparan el escenario para que el magma ígneo de su fuego interior eclosione y nos salpique con su osadía y desenfado. Porque Ivis es dulzura y es pasión, una   mezcla ávida de sueños en un punto exacto del epicentro de su voluptuosa y exuberante esencia. Mujer que sabe lo que quiere, ora es Oshún, la amante poderosa, bañada en miel, dorada por la luna, ora es Atenea, sabia, consejera, guerrera." Fragmento del prólogo de Maité Glaría para el libro "No olvides que te quiero".

Este es un hermoso poemario, no un libro de poemas más, sino uno que hace latir aprisa el corazón y provoca ganas de copiar un verso para decirlo al amante, al amigo, al oído sabio y conocedor de la poesía.La autora logra concretar en su lenguaje, lo humano y lo divino, lo erótico, lo romántico, lo filosófico… una mezcla de sentimientos compartidos en una entrega emocional de esta joven emigrante,   curtida en el amor pasional y en el etéreo, ese del alma, que anida melancolía, nostalgias, ausencias… Al traspolar pasiones, experiencias, nos acerca a su manera de ver la vida y de engarzar con fértil imaginación acontecimientos reales, para introducirnos de lleno en su universo personal. Desde un punto de vista objetivo, hablando de la poesía en sí, pues hay asonancias, ritmos arrítmicos, métrica inusual, consonancias y hasta disonancias, que no se aferran a lo estrictamente académico al enseñar sobre el tema. Ahora, si medimos la obra por las sensaciones que ocasiona su lectura; si val